ACTITUD CORPORAL, el espejo de los pensamientos, las emociones y el alma.

HOY voy a hablarles de un tema que quizás debería haberlo hecho en mis primeras notas.
Digo “HOY” porque cuando estés leyendo esto, o simplemente, cuando lo traigas a la conciencia, es este momento, AHORA. El único lugar donde podemos influir directamente en nuestras vidas.


Recuerdo una frase que escuché en la película animada “KunFu Panda” que me quedó grabada y la quiero compartir con ustedes:


"El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el HOY es un OBSEQUIO por eso lo llamamos PRESENTE"


Les traigo esto para comenzar desde dónde estamos parados… o en movimiento…


Quiero hablar de algo que tenemos disponible para su uso las 24hs. Para aprovecharlo a nuestro favor. Algo que nos permite hacer. O mejor dicho, “estar haciendo” todo el tiempo y que nos llevó hasta acá.


Con todo lo que eso implica; Aprendizajes, experiencias, costumbres, deseos…


Si no lo sacaste te cuento, es “tu cuerpo”.


¿Y vos… sos tu cuerpo… o tu mente?


¿O quizás tus emociones?


Yo digo que sos ninguna de esas tres cosas. Sino que esos tres aspectos, más todo lo que lograste, te pertenecen.


En un mundo tan racional, sobre todo el occidental, muchas veces pasa por alto esto de “ser” dueños. Creemos, primero que “somos” de una manera y segundo que “somos alguna de esas tres cosas o las tres”.


Sé que estoy entrando a un terreno filosófico y me gusta. Pero antes de seguir quiero aclarar que todo lo que diga en estas líneas, “no es verdad… y tampoco mentira”, es lo que yo elijo interpretar y me sirve para alcanzar los resultados que quiero.


Y además me hace poderoso. Porque Dios me dio estas herramientas para que así sea.


Entrando al tema les quiero contar sobre lo que vine a hablar.


¿Cómo usar el cuerpo, mi cuerpo a favor?


El cuerpo que elegimos al nacer, trae una carga genética evolutiva de millones de años.


En esa evolución, se ha descubierto que nuestro cerebro tiene tres áreas de desarrollo.


(Resumidamente)


Cerebro básico-reptiliano: es el instintivo, el que actúa. El impulsivo. El que me cuida, el que ataca o se esconde. El que busca comida, que reproduce. Me ayuda a sobrevivir.


Sistema límbico: Este es el centro de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas, angustias y alegrías intensas


El Neocórtex: La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral. Es la que nos distingue como humanos.


El cuerpo es el instrumento de acción con el que contamos. Y esas acciones mecánicas son reguladas y condicionadas por la coherencia de esas tres facetas del cerebro.


La coherencia la puedo describir de esta manera:


El cuerpo tiene cinco ventanas al mundo exterior, sentidos, la vista, el tacto, el oído, el gusto y el olfato. Y hay dos sentidos que miran hacia adentro, la equilibriocepción y la propiocepción.


A través de los cinco sentidos exteroceptivos percibo algún hecho concreto (color, sabor, olor, textura, acción, etc.). Esa información llega al cerebro racional e inmediatamente, en base a mis experiencias, recuerdos y deseos, genero una interpretación de lo percibido o imagino algo.


Eso que imagine me dispara una emoción y desde ese sentir voy a actuar o adoptar una corporalidad o movimientos.


Esto ocurre de manera inconsciente todo el tiempo con cada estímulo externo que recibimos. Y así vamos llenando nuestra caja o mundo. De dónde nos basaremos para futuras interpretaciones.


Así fuimos determinando nuestras creencias y modelos mentales.


Por un lado esto y por otro lo que traemos en nuestro ADN, adquirimos una tendencia a adoptar una determinada “Actitud Corporal”.


Eso significa que dado quienes “estamos siendo” en este momento de nuestras vidas, actuamos y nos movemos dentro de un rango de posibilidades dado por nuestro mundo interpretativo, historia emocional y la biología anclada en el cerebro reptiliano.


Para determinar en qué Actitud Corporal nos encontramos, hice una investigación de diferentes corrientes para concluir en cuatro grandes inclinaciones de movimiento:


ESTABILIDAD – movimiento hacia ABAJO – relación con la TIERRA


APERTURA – movimiento hacia ATRÁS – relación con el AGUA


FLEXIBILIDAD – movimiento hacia ARRIBA – relación con el AIRE


DETERMINACIÓN – movimiento hacia ADELANTE – relación con el FUEGO
Y hay una quinta que es el CENTRADO. Una especie de espacio NEUTRAL, pero ya lo desarrollaremos más adelante.
En nuestros movimientos vamos combinando gradualmente estas actitudes, pero siempre hacemos énfasis en una de ellas.


En este ciclo de Notas que comienzo HOY, volviendo a la introducción, voy a ir describiendo cada una de ellas y brindando accesos para ser conscientes de la “Actitud Corporal” en la que estamos y cómo podemos influir AHORA, a favor de las acciones y emociones que necesitamos y de lo que queremos lograr. Ese es mi OBSEQUIO.