ACTITUD CORPORAL, temperamento y carácter

"Observa tus pensamientos, se convertirán en tus palabras.
Observa tus palabras, se convertirán en tus acciones.
Observa tus acciones, se convertirán en tus hábitos.
Observa tus hábitos, se convertirán en tu carácter.
Observa tu carácter se convertirá en tu destino.”

Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948)


Retomando la idea de que “Somos dueños” de los tres instrumentos para vivir esta vida (cuerpo, emociones y pensamiento) y de todos los aprendizajes que con esto logramos, quisiera hablarles un poco sobre “temperamento y el carácter”, y cómo influye nuestra Actitud Corporal.


En la nota anterior describimos como nuestro cuerpo biológicamente percibe el mundo exterior a través de los sentidos exteroceptivos, procesa esa información invocando recuerdos, experiencias, deseos, etc. Luego dispara una emoción que, de acuerdo a ella, se producen una serie de movimientos químicos en el cuerpo, y luego este, adopta una actitud corporal.


Decimos Actitud Corporal a cualquier tipo de manifestación del cuerpo cómo respuesta a ese estímulo, ya sea con movimientos fácilmente perceptibles como adoptar una postura, hablar con un tono determinado, desplazarse, mover alguna región del cuerpo o eje, gestualizar, etc. O bien movimientos inapreciables como cambio en la respiración, aumento del ritmo cardíaco, micro gestos, mirada, tonicidad, etc.


Ahora bien, también nombramos que llevamos impreso en el ADN genes heredados por nuestra familia de ambas ramas, materna y paterna, que traen en sí impregnado ciertas cualidades y características de comportamiento y características fisionómicas.


Nuestra esencia, núcleo o alma, también trae consigo una fuente de energía manifiesta en cuanto al comportamiento. En algunas creencias, atribuidas a aprendizajes en vidas anteriores que vagan en lo eterno y que en cada encarnación se manifiestan.


Esta conjunción de lo heredado y lo esencial de nuestra alma, definiría al “Temperamento”.


Cómo decía Rudolf Steiner (1861-1925):


“Ahí donde ambas corrientes se unen, se tiñen la una a la otra recíprocamente. De la misma manera como el azul y el amarillo se hallan reunidos en el verde, así se combinan en el hombre, y producen el temperamento.”


Si a esta conjunción le sumamos la Actitud Corporal, que sintetiza nuestro mundo interpretativo, historia emocional y biología, obtenemos las bases de nuestras acciones en el hacer, en el relacionarnos con los otros, con el medio, con nosotros mismos.


Esto es lo que definirá nuestro “Carácter”.


En la antigua Grecia, Hipócrates (460-370 ac) y Galeno (129-200 ac), hablaban de los temperamentos y sus características. Luego la psicología estudió más a fondo el tema y surgieron otras variantes y fundamentos.


Simplemente voy a nombrar los cuatro Temperamentos y dar una breve caracterización de cada uno:


Flemático


Entra despacio con una media sonrisa dibujada en su cara. Se sienta de la manera más cómoda posible. Lo que le interesa es relajarse antes que gastar sus energías y como no tiene entre manos ningún asunto importante que promover, tiende a hablar en clichés indiferentes. “Bueno, así es la vida”; “Bueno, no nos emocionemos por nada”; Los Flemáticos suelen estar juntos. Si puede se escapa a ver la T.V.


Sanguíneo


Entra con la boca abierta buscando una conversación, habla ruidosamente, no se siente tranquilo, abandona un diálogo por ir a saludar a un amigo que acaba de entrar, irá de grupo en grupo. La mujer sanguínea reparte abrazos, besos, risas, habla manteniendo la atención de todos.


Melancólico


Entra quieto y discretamente, espera que nadie se de cuenta de él, se para al margen de los grupos, no quiere ofender a nadie. Con el Melancólico se podrá tener una conversación seria y significativa, no le gustan comentarios hechos en voz alta, ni atraer la atención sobre él, prefiere una sola conversación que ir de grupo en grupo.


Colérico


Se sienta al borde de la silla esperando el momento de entrar en acción, habla de negocios o de algo en que puede intervenir, sabe todo acerca de cualquier tema, habla en términos absolutos y tiende a mirar a los demás como si fueran realmente estúpidos, le encanta argumentar y demostrar que usted está equivocado. Suelen decir: “Se lo dije”, “¿No ha aprendido nada?”.

Cada uno de ellos tiene una relación directa con la clasificación de las disposiciones al movimiento de la nota anterior. En rigor, cada cual tiende sus movimientos hacia abajo, arriba, atrás y adelante respectivamente.


Cabe decir, que mayormente encontramos en las personas, combinaciones de dos o más temperamentos como actitudes corporales.


El secreto es tener todas disponibles para cuando las necesitemos.


A partir de la próxima nota, comenzaremos a explicar una por una sus características y contar de que manera podemos influir en el “aquí y ahora” para provocar los estados emocionales necesarios y disponernos, a través de los MOVIMIENTOS CORPORALES, para actuar en función de lo que realmente queremos generar como resultado.


De esta manera forjaremos el “Carácter” necesario para crear nuestro destino deseado.


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