En el colegio y en la vida nos han enseñado, o hemos
aprendido, que tenemos cinco sentidos que nos conectan con el mundo.
Se habla de un sexto sentido cuando la intuición
aparece, sobre todo en las mujeres que parecerían tener una mayor disposición
para intuir datos que los hombres no vemos. Quizás por su naturaleza de MADRE,
donde su actitud protectora y generadora de vida en su interior, requiere para
cuidar de otro ser humano.
Pero saliendo de este modelo que será el que más
conocemos, hoy quiero contarles lo que eh recabado de diferentes
investigaciones que vengo transitando hace unos años.
La neurociencia es la ciencia que estudia los
fenómenos fisiológicos neuronales de las personas en base a su cuerpo físico y
su comportamiento.
Es decir, que con la neurociencia tratamos de tener
un estudio biológico acerca de nuestros movimientos con el cuerpo, nuestros
pensamientos y nuestras emociones. Esa coherencia de la que siempre hablamos
desde el coaching ontológico.
Si bien hay diferentes corrientes que hablan de
siete, ocho, nueve y hasta doce sentidos, como la antroposofía. Yo voy a hablar
solamente de los ocho que creo son más comprobables fácilmente.
Desde mi visión particular, estos son los ocho
sentidos:
Exteroceptivos
(nos conecta con el mundo exterior)
1- Vista
2- Oído
3- Olfato
4- Tacto
5- Gusto
Interoceptivos
(nos conecta con nuestro propio cuerpo, nuestro mundo interior)
6- Propiocepción
7- Equilibriocepción
8- Viserocepción
Seguramente estoy rompiendo con algunas creencias
que hasta hoy venís sosteniendo. Por eso, antes de continuar, quiero contarte
qué es un SENTIDO y para qué sirve.
Básica y simplemente, un sentido es una ventana en
donde entra información. Esta información que ingresa, se dirige hacia alguna
región del cerebro para ser procesada y con el resultado de ese procesamiento, actuar,
ser o “estar siendo” (para llevarlo a términos ontológicos) desde nuestros
pensamientos, nuestras emociones y nuestro cuerpo.
Anatómicamente, las ventanas son órganos
sensoriales.
Ahora digo, tenemos ventanas que nos conectan con el
mundo exterior, todo lo que está afuera de nuestra piel, y ventanas en nuestro
interior. Eh aquí la diferencia de exteroceptivos e interoceptivos.
No voy a detenerme en los primeros, ya que todos
sabemos muy bien de que se trata. Lo único que voy a decir es que a través de
ellos fue como conocimos y nos conectamos con el mundo en el que nacimos hasta
el día de hoy, que lo seguimos haciendo. De hecho leyendo esto estás jugando
con la vista.
¿De que se tratan estos nuevos?
Propiocepción: En diferentes partes de nuestro cuerpo,
músculos, articulaciones, fundamentalmente, tenemos diferentes órganos que
envían información al cerebro de la posición, tensión, postura, en la que se
encuentran.
Por ejemplo, si cerramos los ojos y hacemos un recorrido
mental por nuestro cuerpo, podemos tomar conciencia de la posición en la que se
encuentra cada una de nuestras articulaciones y músculos.
Equilibriocepción:
Este sentido es de
la familia de la Propiocepción pero a mi me gusta ponerlo independientemente.
Ya que también tiene relación con el sentido del oído, porque el órgano
principal se encuentra en el oído interno.
La información que nos brinda este sentido es en que
postura están nuestros ejes.
Por ejemplo, cuando estamos acostados, podemos
percibir que nuestro cuerpo está paralelo al piso, o si estamos haciendo la
vertical, nos damos cuenta que estamos piernas para arriba.
Viserocepción: Cómo su nombre lo dice la información
que nos brinda este sentido es acerca de dolores, sensaciones, movimientos de
nuestras viseras.
Es cuestión de detenerse a sentir que pasa con
nuestro estómago cuando estamos preocupados, o cuando estamos con alguna
anormalidad en nuestros pulmones, o simplemente cuando tenemos sensaciones
internas que no sabemos bien de que se tratan.
Cómo esto se desconoce, lo primero que intentamos
hacer es tapar el síntoma con alguna medicina y dormir el dolor o la molestia.
Cuando quizás lo más saludable es descubrir que es lo que lo provoca y poder
prevenir futuros estados de desequilibrio funcional de nuestro cuerpo.
Todos los sentidos tienen una repercusión directa en
nuestras emociones y las emociones tienen repercusión en nuestro cuerpo.
Y la mayoría de las cosas que percibimos, tanto de
afuera como de adentro, están en transparencia. O sea, que no lo hacemos
consiente.
Fijate que mientras estás leyendo esto, hay
sonidos…olores…sensaciones en tu cuerpo…etc. Toma conciencia por un minuto para
darte cuenta.
Hoy llegamos hasta aquí, en la próxima nota les
contaré sobre las “emociones básicas” y cómo podemos generar emociones con
nuestro cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario!