De manera general y como una
definición espontánea podemos decir que las emociones son fuerzas que nos movilizan. Cuando percibimos algo que ocurre (a
través de nuestros sentidos) y nos toca, se gatillan emociones y actuamos
movilizados por la fuerza que desata esa emoción.
Un ejemplo, si vamos por la calle y
vemos que alguien golpea violentamente a un niño pequeño, miramos lo que
sucede, nos impacta, sentimos la ira. Esa ira es fuerza que nos predispone a
intervenir castigando o deteniendo la acción.
Si no sentimos la ira y sentimos
tristeza, la fuerza será distinta y la acción será otra, tal vez alejarse.
Ahora si buscamos darle una
explicación biológica podemos decir lo siguiente:
Ante
un estímulo externo que ocurre y percibimos a través de nuestros sentidos que
nos conectan con el mundo exterior, interpretamos o imagino “algo” que va a
estar basado en nuestras experiencias, modelos mentales, creencias, deseos y
todo aprendizaje que hayamos adquirido en nuestras vidas. Esto va a disparar
una EMOCIÓN que producirá la activación de grupos particulares del sistema visceral,
endocrino y muscular a través de
gestos, postura, posición, respiración, y movimientos generales del cuerpo.
Es decir, vamos a
actuar y a movernos, impulsados por todo este mecanismo biológico.
Dada esta explicación, me surge pensar que la CLAVE
es generar las emociones necesarias para desatar esta fuerza impulsora y producir o sostener el
cambio que queremos a nivel personal, o los resultados que nos propongamos.
Investiguemos cuáles son las emociones
que habitan en la relación que existe entre nosotros y el cambio que queremos
lograr. Si deseo ser más acogedor y comprensivo con la pareja, me conecto con
la imagen donde soy más acogedor y comprensivo y veo que emociones se
despiertan. Podría ser entusiasmo, ternura, alegría. En todas ellas estará la
fuente de la fuerza transformadora. Por otro lado podemos conectar con la
imagen de seguir siendo como he sido, quizás un poco parco, frío, lejano y veo
las emociones que afloran, podría ser tristeza y resignación, esas emociones
también tienen fuerza y en este caso estarán realizando un poder conspirador al
cambio.
El verdadero
cambio será en presencia de esta mezcla de emociones, ejerciendo fuerzas a
favor del cambio y otras en contra.
En la próxima
nota, hablaremos sobre otros SENTIDOS, que tiene nuestro cuerpo, además de los
cinco que conocemos, y que no somos
consientes, en muchos casos, de que existen.
Y veremos cómo
podemos crear EMOCIONES a través de
movimientos corporales.
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