LENGUAJE CORPORAL




Cómo ya hemos conversado, en otras oportunidades, y digo conversamos porque esta nota no solamente es una conversación que surge en mi mente. Sino también, porque vos leyéndola le estás dando sentido y diálogo. Y ahora es el disparador de conversaciones en “tu mente”.

Y lo que resulte de esa conversación, será un producto que se va a vincular con “otros” generando en cada uno, distintas charlas internas.

En definitiva, todo es una conversación o un diálogo…o no?

Pensá…

Cuando pensamos estamos teniendo un diálogo con nosotros mismos, como si una parte de mí hablara con otra parte de mí.

Y cuando hablo con otro persona, una parte de mí conversa con una parte de ese otro.

Cómo lo habremos dicho en otra nota, ese diálogo interno se moverá dentro de parámetros mentales que constituyen mis creencias, modelos mentales, paradigmas, deseos, experiencias, etc.

Y desde ese lugar voy a interpretar, enjuiciar, recordar o predecir el hecho que esté sucediendo, disparando alguna o varias emociones.

Desde esa emocionalidad, nos comunicamos con nosotros mismos o con los demás.

La Comunicación es lo que quiero abordar. Y particularmente la comunicación con “otros”, observando algo más que la expresión verbal…

Hoy en día se ha escuchado hablar sobre LENGUAJE CORPORAL.

Pero… qué es realmente eso?

El lenguaje corporal en la comunicación es un factor importante y muchas veces decisivo. Especialmente cuando el emisor quiere transmitir un mensaje y demostrar coherencia entre la información oral, la emoción en la que se encuentra y su lenguaje corporal. Pues solo de esa manera podrá ser efectivo el mensaje.



Es un componente de la comunicación que proporciona información sobre el carácter, emociones y reacciones de los individuos.

Por ejemplo, al dudar de algo, levantamos una ceja. Al sentirnos perplejos, nos rascamos la nariz. Cruzamos los brazos para aislarnos o protegernos. Levantamos los hombros para denotar indiferencia. Guiñamos el ojo en señal de intimidad. Golpeteamos los dedos por impaciencia. Nos pegamos en la frente ante un olvido. Nos mecemos cuando sentimos angustia y oscilamos hacia adelante y hacia atrás sobre los pies cuando nos encontramos en una situación de conflicto.



Un expositor novato, por ejemplo, al enfrentarse ante un auditorio expresa su ansiedad moviéndose de un lado a otro, fijando la mirada en el techo, paseándose en círculos o frotándose las manos.

Esta toma de conciencia del lenguaje corporal es a menudo la llave de las relaciones personales y puede ser el secreto que permite a tantas personas manejar a otras.

Algunos parecen tener la capacidad de interpretar el lenguaje corporal y manipular a la gente con sus cuerpos tanto como con sus voces.



La conciencia del lenguaje corporal del otro y la capacidad de interpretarlo crean la conciencia del propio lenguaje corporal y propician un mayor autocontrol y procesos más eficaces de comunicación.



Si tenés conciencia de lo que haces con tu cuerpo, tu comprensión de vos mismo se hace más profunda y más significativa. Si logras ser consiente de tu lenguaje corporal, podrás cruzar muchas barreras defensivas y establecer mejores relaciones.



El lenguaje corporal es aquel que se transmite a través de gestos y posturas. Los estudios analizan las emociones que se transmiten a través del movimiento, como la expresión facial y el movimiento de ojos, manos, piernas, pies y cuerpo en general.



Esos estudios, en conjunto o por separado, nos indican el estado de ánimo e intenciones del individuo como ciertas características de la personalidad, tales como seguridad, timidez, violencia, afán de posesión, competencia, etc.



Posturas y posiciones

No hay palabra tan clara como el lenguaje corporal,

una vez que se ha aprendido a leerla.



Afirmamos que los pensamientos y las emociones afectan la postura y el funcionamiento del cuerpo y su actitud.



Si el lenguaje corporal revela esto, es posible que la persona cambie sus emociones y conversaciones internas al modificar su Actitud corporal, como lo hemos visto.



La persona que comprende el lenguaje corporal y lo emplea, posee el dominio de las posturas más importantes y puede relacionarlas con los estados emocionales. Así, esa persona será más perceptiva al tratar con los demás.

Este arte puede enseñarse puesto que depende de una cuidadosa observación, pero sólo se aprende si se es consciente de que existe.



Observá esto:



• La persona de espalda encorvada no puede tener el ego fuerte de aquella que mantiene la espalda erguida; por otra parte, la espalda erguida es menos flexible.



• Los hombros encogidos significan enojo contenido; los hombros alzados se asocian con el miedo; los hombros anchos y rectos denotan asumir responsabilidades; los hombros encorvados tienen la connotación de llevar un pesado fardo.



Los movimientos de cabeza, párpados y manos no representan diferentes posturas sino que se denominan puntos. Una secuencia de varios puntos se califica como una Posición.



Tené en cuenta que:



• Cuando se conversa, existen ciertos movimientos de la cabeza que indican el

término de una frase y que se está esperando la respuesta del interlocutor.

• Al hablar, el hombre y la mujer, miran a la derecha e izquierda, arriba y abajo; parpadean; suben las cejas; se muerden los labios; se tocan la nariz. Cada movimiento está ligado a lo que dicen. Así como bajar la cabeza indica el fin de una afirmación o levantar la cabeza el fin de una pregunta.



La postura no es sólo un medio de puntualizar la conversación, es también la manera cómo las personas se relacionan entre sí cuando están reunidas. Se distinguen tres tipos de posturas:



Inclusivo-no inclusivo

Esto describe la manera cómo los miembros de un grupo incluyen o no a la gente. Lo hacen colocando sus cuerpos, brazos o piernas en ciertas posiciones. Los brazos y piernas de los miembros del grupo se emplean inconscientemente para proteger al grupo de la intrusión.



De orientación frente a frente o paralela

La segunda categoría supone que dos personas pueden relacionarse desde el punto de vista de la postura, enfrentándose, sentándose uno al lado del otro o, tal vez, orientados hacia una tercera persona. La disposición frente a frente es usual en las relaciones profesor-alumno y médico-paciente en que se transmiten emociones o información. Las disposiciones paralelas se dan, por ejemplo, entre dos o más alumnos que están atendiendo la exposición de un profesor. Los arreglos paralelos, cuando se adoptan libremente, indican que probablemente esas personas están en una situación neutral, por lo menos en ese momento.





De congruencia-incongruencia

Esta categoría se refiere a la capacidad de los miembros de un grupo para imitarse unos a otros. Cuando un grupo se halla en congruencia, las posiciones de sus cuerpos se copian entre sí, en ciertos casos como imágenes en un espejo.

Es interesante observar que cuando un miembro de un grupo congruente cambia de posición, todos lo hacen con él. En general, la congruencia de posición de un grupo indica que todos los miembros se hallan de acuerdo. Si el grupo tiene dos puntos de vista, los defensores de cada opinión adoptarán posiciones distintas; cada subgrupo será congruente entre sí, pero no congruente con el otro. El líder en cualquier reunión social o familiar elige muchas veces la posición del grupo y todos le siguen invariablemente.



Podemos seguir ampliando esta información y lo haremos para la próxima edición donde también hablaremos de Emociones Básicas.

Hagamos el ejercicio de intentar observar nuestros gestos, posiciones, posturas, tono de voz, miradas en nuestra comunicación con otras personas y simplemente tomemos conciencia de eso para ver que descubrimos. “Cómo” decimos con el cuerpo, la coherencia de lo digo, pienso y siento. 

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